El agua potable es un recurso vital para nuestra supervivencia, pues es la única que es verdaderamente adecuada para el consumo humano y, definitivamente, administrarla y procurar darle un buen manejo en el contexto actual de la sociedad representa un gran reto. De cualquier modo, es algo que vale la pena intentar mientras se cumple al mismo tiempo con la responsabilidad de hacerla llegar a todos los individuos, pues el agua no es solo una necesidad, afortunadamente, también es un derecho.

Él método de distribución del agua en nuestra sociedad está regulado por los sistemas municipales de agua potable del estado, y está conformado por una serie de complejas redes de distribución compuestas a su vez de varios elementos como tuberías, válvulas, bombas, etc. que tienen como fin último el transportar el agua de pozos y otras reservas del líquido hasta la puerta de tu hogar y la del resto de la comunidad. Lamentablemente, al ser un sistema tan complejo, no está exento de problemas y fallas que necesitan ser reparadas o bien, de un constante y costoso mantenimiento para reducir estas fallas a la menor cantidad posible.

Si la integridad del sistema de distribución del agua del lugar en dónde vives se ve comprometido, es probable que tu propio acceso al recurso se vea afectado o disminuido, sin embargo, tranquilo, suele ser una situación temporal que se arreglará después de poco tiempo. Si bien no puedes arreglar el sistema personalmente, si puedes participar en su reparación, por ejemplo, si te percatas de que el agua está llegando a tu casa con baja presión, lo más recomendable es que llames a un experto para que evalúe el problema y busque una solución. Al alertar al resto del problema que estás sufriendo estás contribuyendo a su detección, y eventualmente, a su reparación. En la mayoría de los casos, estos problemas se deben a la existencia de fugas en el sistema operador de agua potable, que pueden surgir por distintas razones, como lo es una tubería muy vieja que se ha roto por el tiempo o algún otro problema que no se ha reportado. Si la fuga llega a encontrarse en tu casa, es necesario que hagas lo mismo que cuando notas una disminución en el acceso a este recurso: alertar a todos en la casa y pedir que alguien la repare, mientras cierras la llave principal para evitar que el agua se siga tirando.

En casos más graves y esporádicos, el problema no se encuentra en el sistema de distribución, sino en el pozo u otra fuente de agua desde donde se está extrayendo el líquido en cuestión, que se ha agotado probablemente por el uso. Si esto llega a pasar, es necesario buscar nuevos pozos y elaborar un plan de contingencia, en el que la prioridad sea no desperdiciar el agua y darle una adecuada distribución.

Otro gran problema al que se enfrenta el agua de la que depende nuestra comunidad es, naturalmente, la contaminación que nosotros generamos. Si llega a producirse una infiltración de aguas residuales en el sistema de tuberías, la sociedad corre el riesgo de un grave problema generalizado de intoxicación o bien, algún disturbio pandémico causado por las sustancias tóxicas que pueda contener el agua. Cabe destacar que situaciones como estas ya han sucedido en el pasado. De hecho, aunque parezca increíble, sufrir este tipo de problemas no es tan fácil de evitar, pues pueden generarse por una innumerable serie de factores difíciles de controlar, como lo son tuberías en mal estado que permitan la infiltración, o bien la calidad del pozo de donde se extrae el agua. En el caso específico del estado de Morelos, el sistema de distribución de agua aún necesita de muchos arreglos y reformas, pues, de hecho, ni siquiera está aún garantizado el acceso del agua a todos con el sistema de entubado. Algunas personas gozan del acceso al agua potable gracias a este sistema y, sin embargo, sufren de serios problemas de saneamiento.

Afortunadamente, si hablamos de saneamiento si podemos ayudar, cambiando algunos hábitos para no contaminar más el agua, como puede ser el uso de productos biodegradables, evitando tirar grasas, aceites, pinturas, solventes u otro tipo de residuos difíciles de limpiar, reciclando y desechando adecuadamente las baterías que ya no sirven, etc. Por otro lado, como es probable que ya hayas notado, llevar agua a tu casa en buen estado no es una fácil labor, ni tampoco es barata, por lo que todos debemos contribuir a mantener en buen estado el sistema de entubado y la propia agua. Aunque el gobierno municipal se encargue de brindar el servicio de agua potable, requiere de nuestra ayuda para mantener en buenas condiciones las tuberías con las que el servicio llega a nuestra casa y seguir desarrollando y ampliando todo el sistema. Te estarás preguntando ¿Cómo podemos apoyarlos? La respuesta es fácil, aunque pueda ser molesto para mucha gente, pues requiere de pagar el servicio que ya te están brindando.

Muchas personas que desconocen cómo funciona el sistema de entubado consideran que el servicio debería ser gratis y deciden no pagarlo. En otras ocasiones, ciertas personas que tampoco pagan el servicio del agua pueden no tener para hacerlo, o bien, no saben dónde deben pagar. Si eres una de esas personas, recuerda que puedes hacerlo en las oficinas del sistema operador de agua de tu municipio o localidad. Del modo que sea, cuidar el sistema que lleva el agua hasta nuestros hogares es responsabilidad de todos, por lo que, si aun reconociendo los beneficios de pagar y el valor del servicio que les están dando la gente se niega a contribuir, se debe obligarlos a hacerlo por medios legales.

En ocasiones, algunos de nosotros tenemos el hábito de recolectar el agua de lluvia, y como está fuera del servicio, no nos parece importante cuidarla, sin embargo, es necesario no contaminarla y usarla responsablemente, pues no deja de ser agua que eventualmente volverá al ecosistema. Por otro lado, ten cuidado de no usarla en actividades que tengan contacto directo con tu persona, pues no está filtrada y puede representar un riesgo, en lugar de eso, puede servir perfectamente para limpiar el piso, regar las plantas o bajarle a la tasa de baño. Contar con un sistema de distribución de agua potable en nuestra localidad es un beneficio para todos, y todos debemos cuidarlo.